Muchos profesionales tienen problemas al soldar acero galvanizado. El revestimiento de zinc se quema, creando humo, soldaduras débiles o porosidad. Si alguna vez ha sufrido salpicaduras, costuras rugosas o corrosión después de soldar, no es el único. Pero con el enfoque adecuado, puede evitar estos problemas y conseguir soldaduras fuertes y limpias en superficies galvanizadas.
Puede soldar acero galvanizado utilizando los métodos MIG, TIG o soldadura con electrodo. Antes de soldar, retire siempre el revestimiento de zinc de la zona de soldadura. Esto reduce los humos tóxicos y ayuda a obtener una soldadura de mejor calidad. Utilice una ventilación adecuada y, si es posible, un extractor de humos. Después de soldar, aplique un compuesto galvanizante en frío para proteger la unión contra el óxido.
La soldadura de acero galvanizado requiere un cuidado especial. Debe preparar el material, proteger su salud y gestionar los revestimientos posteriores a la soldadura. Veamos cada paso con más detalle.
¿Qué es el acero galvanizado?
El acero galvanizado es acero normal con una fina capa de zinc en la superficie. Esta capa de zinc protege el acero de la oxidación y el desgaste. El revestimiento suele añadirse sumergiendo el acero en zinc fundido o mediante galvanoplastia.
Puede encontrar acero galvanizado en marcos de exterior, piezas de automóvil y conductos de aire. El zinc actúa como un escudo. Evita que la humedad y el aire lleguen al acero que hay debajo. Como el zinc se oxida más lentamente que el acero, ayuda a que la pieza dure más. Pero este revestimiento puede crear problemas cuando se utiliza calor.
¿Por qué es difícil soldar acero galvanizado?
El principal problema se produce cuando el zinc se quema durante la soldadura. El zinc se funde mucho más rápido que el acero. Cuando el arco de soldadura toca el metal, el zinc se convierte rápidamente en gas. Esto crea un humo espeso y puede provocar soldaduras débiles o porosas.
El zinc fundido también puede mezclarse en el baño de soldadura. Puede provocar grietas o dar a la soldadura un aspecto rugoso. Los humos de zinc también pueden dificultar el mantenimiento de un arco estable. Todo esto hace que soldar acero galvanizado sea más difícil que trabajar con acero normal.
Riesgos para la salud y la seguridad si no se suelda correctamente
Soldar acero galvanizado sin tomar las medidas adecuadas puede ser arriesgado. La mayor preocupación es la inhalación de humos de zinc. Estos humos pueden causar fiebre por humos de zinc. Es como una gripe, con síntomas como dolor de cabeza, fiebre y dolor en el pecho. Suele desaparecer, pero respirar estos humos con frecuencia puede provocar problemas de salud más adelante.
También existen riesgos estructurales. Las soldaduras con grietas o agujeros pueden no resistir la tensión. Si no se limpia el zinc antes de soldar, el óxido puede volver y extenderse desde el interior de la junta. Esto puede acortar la vida útil de la pieza y crear problemas de seguridad. Por eso la preparación y la protección cuidadosas son necesarias, no opcionales.
Precauciones de seguridad al soldar acero galvanizado
Antes de iniciar cualquier soldadura en acero galvanizado, la seguridad debe ser lo primero. Los humos del recubrimiento de zinc pueden ser nocivos, y la exposición debe reducirse al mínimo en la medida de lo posible.
Humos tóxicos y requisitos de ventilación
Cuando el zinc arde, desprende un humo blanco y tóxico compuesto de óxido de zinc. La inhalación de este humo puede provocar fiebre por vapores de zinc. Suele empezar pocas horas después de la exposición. Los síntomas más comunes son náuseas, escalofríos, fatiga y tos.
Para reducir el riesgo, trabaje en un espacio bien ventilado. Utilice ventilación local o extractores de humos. Si es posible, suelde al aire libre o en zonas con corriente de aire libre. Para trabajar en interiores, una campana extractora o una mesa de tiro descendente pueden ayudar a eliminar rápidamente las partículas suspendidas en el aire.
Asegúrese siempre de que el flujo de aire aleja los humos de su cara. No confíe en un ventilador normal. Podría esparcir los humos en lugar de eliminarlos.
Equipos de protección para soldadores
Utilice un respirador adecuado para humos de soldadura. Una máscara de papel no es suficiente. Busque una con un filtro P100 o un sistema aprobado de purificación del aire. Así protegerás tus pulmones de los humos metálicos nocivos.
Utilice guantes, ropa ignífuga y un casco de soldador con visera transparente. Asegúrese de que toda la piel está cubierta. Las chispas y el zinc fundido pueden causar quemaduras o irritación de la piel.
Tenga cerca un extintor. El polvo de zinc es inflamable. Limpie a menudo el lugar de trabajo para evitar acumulaciones. Una buena protección personal es la primera línea de defensa contra los riesgos de exposición a largo plazo.
Cómo soldar acero galvanizado? Paso a paso
Para soldar acero galvanizado se necesita algo más que habilidad con la antorcha: cada paso antes y durante la soldadura es importante. Recorramos el proceso desde la preparación hasta la ejecución.
Paso 1: Preparar el acero galvanizado
Empiece limpiando la zona de soldadura. Utilice un cepillo de alambre o una amoladora para eliminar el revestimiento de zinc de unos dos centímetros alrededor de la junta. Esto ayuda a evitar los humos de zinc y reduce los defectos de soldadura.
Limpie la superficie limpia con un desengrasante. Asegúrese de que no haya aceite, suciedad o pintura. Una superficie limpia garantiza un mejor control del arco y un baño de soldadura más estable.
No se salte este paso. Si el zinc permanece, puede causar porosidad o grietas en la soldadura.
Paso 2: Elegir el proceso de soldadura adecuado
Utilice soldadura MIG, TIG o con electrodo. MIG es el más común y fácil de usar. Funciona bien para chapas galvanizadas más finas. TIG da soldaduras más limpias y controladas, pero es más lento. Soldadura con electrodo revestido es adecuado para secciones más gruesas o trabajos en exteriores.
Elija un proceso en función del grosor del material y la calidad que necesite. Cada método tiene sus pros y sus contras, pero todos requieren una preparación y una técnica adecuadas para evitar problemas relacionados con el zinc.
Paso 3: Sujeción y colocación de las piezas
Apriete bien las piezas antes de iniciar el arco. Los huecos pueden provocar una fusión deficiente o distorsión. Utilice barras de apoyo de cobre o disipadores de calor si desea un mejor control del calor o soldaduras más planas.
Asegúrese de que la junta sea de fácil acceso. Mantenga el ángulo de la antorcha constante. Coloque la soldadura en una posición que le proporcione una visibilidad completa y un control constante. Esto ayuda a evitar el sobrecalentamiento de la capa de zinc.
Paso 4: Seleccionar el material de relleno correcto
Utilice un metal de aportación que coincida con el tipo de acero base. Para MIG, ER70S-6 es una buena elección. Soporta mejor la contaminación y proporciona una buena penetración. Para soldadura con electrodo, E6011 o E6013 funcionan bien en superficies galvanizadas.
Evite las masillas demasiado duras o quebradizas. Un poco de flexibilidad ayuda a absorber la tensión de la dilatación térmica. Si vas a soldar piezas estructurales, comprueba que la varilla de relleno cumple los requisitos de carga y seguridad.
Paso 5: Ajuste la máquina correctamente
Ajuste su máquina de soldar en función del grosor del acero. Para MIG, utilice un poco más de voltaje y aumente la velocidad de alimentación del hilo. Esto ayuda a quemar el zinc que haya quedado. Mantén constante la velocidad de avance para evitar sobrecalentar o doblar la pieza.
Utilice un arco corto y diríjalo al acero, no al zinc. Así se consigue una mejor fusión. Si utilizas TIG, usa la polaridad DCEN y ajusta el amperaje con cuidado para evitar demasiado calor. Prueba siempre los ajustes en chatarra antes de trabajar en la pieza real.
Paso 6: Soldar en secciones cortas
No sueldes todo el cordón de una sola vez. Divida la soldadura en secciones cortas. Esto mantiene el calor bajo control y reduce la cantidad de zinc que se convierte en vapor.
Deje que la pieza se enfríe un poco entre cada soldadura. Esto también ayuda a evitar que el metal se deforme y mantiene la unión más limpia. Soldaduras por puntos también son útiles. Mantienen todo en su sitio y evitan que las piezas se desplacen debido al calor.
Paso 7: Limpieza entre capas de soldadura
Si realiza varias pasadas, limpie entre una y otra. Utilice un cepillo de alambre o una amoladora para eliminar cualquier escoria o material sobrante. Si ves zinc cerca de la junta, quítalo antes de empezar la siguiente pasada.
Este paso mejora la fusión y hace que la soldadura tenga mejor aspecto y rendimiento. Limpie siempre entre capas, especialmente en el caso de piezas más gruesas o estructurales.
Paso 8: Acabado de la soldadura y protección de la superficie
Cuando termine de soldar, limpie la zona. Elimine cualquier salpicadura, escoria o marca de calor. Utiliza un cepillo de alambre, un disco de láminas o una amoladora para conseguir una superficie limpia.
A continuación, aplica un spray galvanizador en frío o pintura rica en zinc. Esto devuelve la protección contra el óxido que quitaste durante la soldadura. Si te saltas este paso, la zona soldada puede oxidarse rápidamente, sobre todo si está expuesta a la lluvia o la humedad.
Consejos para soldar con éxito acero galvanizado
Soldar acero galvanizado no tiene por qué ser difícil. Siga estos consejos rápidos para mejorar la calidad y reducir los riesgos:
- Elimine siempre el revestimiento de zinc de la zona de soldadura.
- Utilice la extracción local o de humos para eliminar el humo tóxico.
- Utilice una mascarilla de respiración homologada para vapores metálicos, no sólo una mascarilla antipolvo.
- Elija metales de aportación que funcionen bien con superficies revestidas.
- Suelde en tramos cortos para controlar el calor y reducir el alabeo.
- Limpiar entre pasadas para evitar escorias o defectos.
- Aplicar pintura rica en zinc después de la soldadura para restaurar la resistencia a la corrosión.
- Guarde sus materiales en un lugar seco para evitar problemas de soldadura relacionados con la humedad.
- Tenga cerca un extintor: el polvo de zinc es inflamable.
- Pruebe en chatarra antes de soldar piezas reales para afinar los ajustes.
Conclusión
La soldadura de acero galvanizado requiere pasos adicionales y atención. Debe eliminar el revestimiento de zinc, utilizar el método de soldadura correcto y controlar el calor con cuidado. La seguridad es fundamental: lleve siempre el equipo adecuado y trabaje en un lugar bien ventilado. Limpie entre pasadas y vuelva a aplicar un revestimiento rico en zinc después de la soldadura. Cuando se hace bien, el acero galvanizado puede soldarse de forma limpia y potente.
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Durante los últimos 10 años, he estado inmerso en diversas formas de fabricación de chapa metálica, compartiendo aquí ideas interesantes de mis experiencias en diversos talleres.
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Kevin Lee
Tengo más de diez años de experiencia profesional en la fabricación de chapas metálicas, especializada en corte por láser, plegado, soldadura y técnicas de tratamiento de superficies. Como Director Técnico de Shengen, me comprometo a resolver complejos retos de fabricación y a impulsar la innovación y la calidad en cada proyecto.