Al seleccionar el zincado para piezas metálicas, la distinción entre Tipo I y Tipo II puede tener un impacto significativo en el rendimiento, la durabilidad y el coste. Muchos ingenieros y fabricantes se centran únicamente en la protección contra la corrosión o en la apariencia. Sin embargo, seleccionar el tipo incorrecto puede provocar fallos en las piezas, aumentar los costes de mantenimiento o incrementar los gastos de producción.
Este artículo explica las principales diferencias entre el cincado de Tipo I y el de Tipo II. Trataremos la resistencia a la corrosión, el acabado superficial, el coste y el impacto medioambiental. Verá qué tipo se adapta mejor a la función, la forma y el aspecto de su pieza. De este modo, podrá tomar la decisión correcta desde el principio.
Comprender estas diferencias le ayudará a evitar errores. También garantiza que sus piezas satisfagan tanto las necesidades funcionales como las visuales. En las secciones siguientes, trataremos los aspectos básicos del cincado y destacaremos las características clave de los revestimientos de Tipo I y Tipo II.
¿Qué es el cincado?
Galvanizado es un proceso electroquímico que deposita una fina capa de zinc sobre las superficies metálicas. El objetivo principal es proteger el metal de la oxidación manteniendo un aspecto limpio y brillante. El grosor de la capa de zinc suele oscilar entre 5 y 25 micras, en función del uso previsto de la pieza.
Este proceso tiene varias ventajas. Mejora la resistencia a la corrosión, añade un acabado liso y proporciona una buena base para la pintura u otros revestimientos. También es menos caro que otros revestimientos más avanzados, como el niquelado o el cromado. El cincado está disponible en varios acabados: transparente, azul, amarillo, negro y verde oliva, cada uno con su propio aspecto y nivel de protección.
Como el zinc es relativamente blando, no altera significativamente las dimensiones de la pieza. Por eso es adecuado para piezas de precisión. También ayuda a que las piezas duren más sin aumentar sustancialmente los costes de producción.
Cómo funciona el proceso de cincado?
El proceso comienza con la preparación de la superficie. Las piezas se limpian para eliminar aceite, suciedad y óxidos. Este paso es crucial porque la suciedad o la grasa pueden hacer que el revestimiento se adhiera mal o tenga un aspecto desigual. La limpieza suele consistir en desengrasar, decapar con ácido y aclarar.
El siguiente paso es la galvanoplastia. Las piezas se sumergen en una solución que contiene iones de zinc. Una corriente eléctrica atraviesa la solución y hace que el zinc se deposite en la superficie metálica. La corriente y el tiempo de galvanizado controlan el grosor del revestimiento.
Tras el revestimiento, las piezas se vuelven a enjuagar y pueden someterse a pasos de postratamiento. El revestimiento de conversión de cromatos puede mejorar la resistencia a la corrosión y añadir color. El horneado elimina el hidrógeno que podría hacer que el acero de alta resistencia se volviera quebradizo.
Por último, las piezas se secan y se inspeccionan para garantizar que el revestimiento sea uniforme y tenga el grosor correcto. Si se hace correctamente, el cincado forma una capa resistente y uniforme que protege contra la oxidación y el desgaste ambiental.
Aplicaciones comunes a todos los sectores
El cincado se utiliza en diversas industrias por su capacidad para encontrar un equilibrio entre rendimiento, aspecto y coste. En la industria del automóvil, protege sujetadores, soportesy el pequeño hardware de las sales de la carretera y la humedad. En electrónica, protege conectores y carcasas sin afectar a la conductividad.
Los fabricantes de maquinaria y construcción utilizan el zincado en herramientas, pernos y piezas estructurales que se manipulan con frecuencia o están expuestas al exterior. También es habitual en electrodomésticos, muebles y equipos agrícolas, donde se necesita un acabado superficial brillante y resistencia a la corrosión.
El cincado se utiliza a menudo con los siguientes metales:
- Acero
 - Acero inoxidable
 - Cobre
 - Latón
 - Aluminio
 
															Exploración del cincado tipo I
El zincado de tipo I suele utilizar una solución a base de cianuro para depositar zinc en piezas de acero o hierro. El baño de cianuro ayuda a crear un revestimiento uniforme. Sin embargo, el cianuro es muy tóxico, por lo que el proceso requiere una manipulación cuidadosa, una ventilación adecuada y una gestión estricta de los residuos. Estos requisitos pueden aumentar los costes operativos.
El revestimiento en sí es una simple capa de zinc puro, sin tratamiento de conversión al cromato. La preparación de la superficie es menos minuciosa, por lo que no se eliminan todo el aceite, el polvo o los residuos. Esto significa que el acabado puede parecer áspero o desigual, con pequeñas imperfecciones visibles.
Incluso con estos problemas estéticos, el revestimiento protege contra la oxidación y prolonga la vida útil de la pieza en entornos secos o controlados. La protección es más práctica que decorativa.
Ventajas del revestimiento Tipo I
La principal ventaja del cincado Tipo I es su sencillez. Proporciona una forma asequible y eficaz de evitar la oxidación en piezas que no necesitan un acabado decorativo. El proceso crea una capa de zinc fiable que ralentiza la corrosión, por lo que es adecuado para componentes ocultos en el interior de conjuntos.
También funciona con varios tipos de acero y permite un control constante del espesor del revestimiento. Para los fabricantes que buscan un equilibrio entre coste y rendimiento, el revestimiento Tipo I es una opción práctica para la protección básica contra la corrosión.
Uso típico y limitaciones
El revestimiento Tipo I se utiliza a menudo en piezas mecánicas internas, fijaciones y soportes ocultos en el interior de conjuntos. Funciona mejor cuando la funcionalidad es más importante que la apariencia y el entorno es seco o templado.
La principal limitación es el acabado. Carece de brillo y suavidad, y suele tener un aspecto mate o rugoso. No es adecuado para piezas que requieran un aspecto pulido.
La preocupación por el medio ambiente es otro problema. Los baños de cianuro requieren un control cuidadoso para proteger a los trabajadores y evitar la contaminación. Muchos fabricantes están adoptando alternativas sin cianuro para reducir los riesgos para la salud y cumplir la normativa medioambiental.
															Exploración del cincado de tipo II
El cincado de tipo II es una versión mejorada del cincado básico. Añade una capa de conversión de cromato sobre el zinc. Esta capa, normalmente amarilla o iridiscente, procede de un tratamiento químico que reacciona con la superficie de zinc. El cromato sella el revestimiento, rellena los pequeños poros y ralentiza la corrosión.
Este proceso crea un acabado más suave y uniforme. El amarillo es el color más común, pero pueden utilizarse otros tonos cromáticos, según el aspecto y el rendimiento deseados. El cromato también ayuda a prevenir el óxido blanco, que puede formarse en el zinc cuando se expone a la humedad durante un periodo prolongado.
Comparados con los de Tipo I, los revestimientos de Tipo II son más gruesos, más resistentes y duran más en condiciones duras. También se adhieren mejor a la pintura u otros acabados si se requiere un tratamiento adicional de la superficie.
Ventajas del revestimiento de tipo II
El cincado de tipo II tiene varias ventajas. La principal es una mayor protección contra la corrosión. La capa de cromato actúa como una segunda barrera, resistiendo la humedad, la sal y los productos químicos a lo largo del tiempo. Esto lo hace ideal para uso exterior o marino.
También mejora el aspecto. El acabado es más brillante, limpio y uniforme que el del Tipo I. El cromato amarillo confiere a las piezas un aspecto profesional y de alta calidad, por lo que es adecuado para componentes visibles.
Desde el punto de vista del rendimiento, el revestimiento de Tipo II prolonga la vida útil de las piezas y reduce las necesidades de mantenimiento. Funciona bien en entornos húmedos e incluso ofrece cierto grado de autorreparación si el revestimiento sufre pequeños arañazos.
Uso típico y limitaciones
El chapado de tipo II se utiliza habitualmente en industrias que requieren tanto durabilidad como atractivo estético. Los sectores de automoción, aeroespacial, construcción y electricidad lo utilizan. Las aplicaciones típicas son fijaciones, soportes, carcasas y piezas de equipos de exterior. Su combinación de resistencia a la corrosión y buen aspecto lo hace perfecto para piezas que deben funcionar y tener buen aspecto.
Sin embargo, el Tipo II tiene sus inconvenientes. El paso del cromato añade costes y tiempo de procesamiento adicional en comparación con el Tipo I. También utiliza productos químicos que requieren una manipulación y eliminación cuidadosas para cumplir la normativa medioambiental. Con el tiempo, la fricción o el desgaste mecánico pueden reducir la eficacia de la capa de cromato.
															Principales diferencias entre el cincado de tipo I y de tipo II
Tanto el cincado de tipo I como el de tipo II recubren el metal con cinc, pero difieren en rendimiento, aspecto, coste e impacto medioambiental.
Resistencia a la corrosión
La diferencia más significativa radica en el nivel de protección contra la corrosión. El tipo I frena la oxidación sólo con su capa de zinc. Funciona bien en condiciones secas o controladas, pero su vida útil es más corta en ambientes húmedos o exteriores. La humedad y el aire pueden llegar al metal base, provocando la formación de óxido blanco o corrosión.
El tipo II añade una capa de conversión de cromato sobre el zinc. Esta capa adicional sella los pequeños poros y protege contra la oxidación. Incluso puede "autorrepararse" parcialmente, lo que significa que los pequeños arañazos o puntos de desgaste forman nuevas capas de óxido. El tipo II es mejor para piezas expuestas a la humedad, la sal o los cambios de temperatura.
Apariencia
El tipo I tiene un acabado mate y desigual que puede parecer grisáceo. La superficie puede conservar pequeñas partículas o imperfecciones porque la limpieza y el grabado son menos minuciosos. Es principalmente funcional y se utiliza para piezas ocultas en las que el aspecto no importa.
El Tipo II tiene un aspecto más brillante, limpio y uniforme. La capa de cromato proporciona una superficie lisa con un tinte amarillo o iridiscente. Tiene un aspecto profesional y es ideal para componentes visibles o productos de consumo. Un buen acabado también ayuda a mantener una imagen de alta calidad para sus productos.
Implicaciones económicas
El Tipo I suele ser más barato porque implica menos pasos y materiales. Funciona bien para la producción de grandes volúmenes de piezas internas o poco visibles. Sin embargo, si se utiliza un baño de cianuro, los costes de seguridad y tratamiento de residuos pueden reducir parte del ahorro.
El Tipo II cuesta más debido al paso adicional de cromado y a la manipulación. Sin embargo, su mayor duración y menor necesidad de reparación o sustitución hacen que su precio merezca la pena. Para piezas que requieren resistencia a la corrosión a lo largo del tiempo, el Tipo II ofrece una mejor relación calidad-precio.
Impacto medioambiental
El tipo I, especialmente con baños de cianuro, puede ser peligroso. Los productos químicos son tóxicos y requieren una gestión cuidadosa de los residuos y los trabajadores. Muchas empresas se están pasando a opciones sin cianuro; sin embargo, las estrictas normativas hacen que su cumplimiento sea un reto importante.
El tipo II tiene sus propios problemas medioambientales debido a los compuestos de cromato. Los cromatos hexavalentes tradicionales son tóxicos y están restringidos por las normas RoHS y REACH. Las instalaciones modernas suelen utilizar cromatos trivalentes, que son más seguros y respetuosos con el medio ambiente, aunque su color y rendimiento pueden diferir ligeramente.
| Categoría | Tipo i | Tipo II | 
|---|---|---|
| Capa protectora | Sólo revestimiento básico de zinc | Revestimiento de zinc + capa de conversión de cromato | 
| Resistencia a la corrosión | Protección moderada, adecuada para uso en seco o en interiores | Alta protección, ideal para exteriores o entornos difíciles | 
| Apariencia | Superficie mate o rugosa, a veces grisácea | Acabado brillante, limpio y amarillo o iridiscente | 
| Preparación de la superficie | Grabado ligero, puede dejar residuos de aceite o polvo | Limpieza y tratamiento a fondo para una superficie más lisa | 
| Electrolito común | A base de cianuro (tóxico, requiere un tratamiento estricto de los residuos) | Sin cianuro o a base de ácido con tratamiento de cromato | 
| Impacto medioambiental | Elevado debido al uso de cianuro | Moderado, los productos químicos de cromato deben eliminarse adecuadamente | 
| Aplicaciones Típicas | Componentes internos u ocultos, fijaciones, soportes | Piezas visibles, equipamiento exterior, automoción, aeroespacial | 
| Coste | Menor coste inicial pero mayores gastos de seguridad y control de residuos | Coste ligeramente superior, pero mejor protección y aspecto a largo plazo. | 
| Acabado Grosor | Delgada, normalmente 5-10 micras | Ligeramente más grueso, normalmente 8-25 micras | 
| Conformidad RoHS | Puede no ser conforme debido al uso de cianuro | Conforme si se utiliza cromato trivalente | 
Cómo elegir entre el tipo I y el tipo II?
La elección del cincado adecuado depende de cómo se vayan a utilizar las piezas, dónde se vayan a colocar y el aspecto deseado. Cada tipo tiene una finalidad diferente.
Geometría de la pieza
La forma de la pieza puede afectar a qué tipo funciona mejor. El revestimiento tipo I, que utiliza un baño de cianuro, tiene un excelente poder de penetración. Recubre formas complejas, agujeros profundos y pequeños detalles de manera uniforme. Las piezas con huecos estrechos o pequeñas aberturas son más fáciles de proteger con el Tipo I porque la solución llega a todas las superficies de forma uniforme.
El cromado de tipo II, con su capa de cromato, no se extiende tan bien. Las zonas profundas o intrincadas pueden presentar puntos finos. Para formas complejas, el Tipo I suele ser más seguro para garantizar una cobertura uniforme.
Función
Tenga en cuenta para qué sirve la pieza y dónde va a funcionar. El tipo I funciona bien para componentes internos o conjuntos protegidos de la humedad. Evita la oxidación y mantiene la funcionalidad de la pieza a un bajo coste.
El Tipo II es más adecuado para piezas expuestas a condiciones exteriores, como la niebla salina o los cambios de temperatura. La capa de cromato bloquea la humedad, ayudando a que la pieza dure más. Su capa más gruesa también protege contra el desgaste y los daños por contacto.
Coste
El presupuesto es importante. El tipo I tiene un coste inicial más bajo y es adecuado para grandes series de producción de piezas básicas. Sin embargo, los baños de cianuro pueden elevar los gastos operativos en instalaciones con normas medioambientales estrictas.
El Tipo II cuesta más debido al paso adicional del cromato y a la manipulación. Aun así, puede ahorrar dinero con el tiempo al reducir el mantenimiento, las sustituciones y los problemas de garantía. En el caso de piezas utilizadas en condiciones duras, el coste adicional suele merecer la pena.
Objetivos estéticos
Si lo que importa es el aspecto, el Tipo II es la elección clara. Su revestimiento de cromato proporciona un acabado brillante, suave y profesional. Crea una superficie limpia y uniforme que indica calidad.
El tipo I tiende a ser mate y áspero. Suele reservarse para piezas internas que no se van a ver. Cuando el acabado es visible para los clientes o usuarios, el Tipo II ayuda a que las piezas parezcan pulidas y bien hechas.
En general, el Tipo I es mejor para piezas internas y proyectos sensibles a los costes. El Tipo II es mejor cuando las prioridades son la resistencia a la corrosión, la durabilidad y la apariencia.
Si no está seguro de qué tipo de cincado es el mejor para su proyecto, no dude en Contacte con nosotros. Nuestro equipo puede guiarle en la elección de la mejor opción, optimizar su proceso de producción y suministrar piezas duraderas y de alta calidad que cumplan exactamente sus requisitos.
Hola, soy Kevin Lee
															
Durante los últimos 10 años, he estado inmerso en diversas formas de fabricación de chapa metálica, compartiendo aquí ideas interesantes de mis experiencias en diversos talleres.
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															Kevin Lee
Tengo más de diez años de experiencia profesional en la fabricación de chapas metálicas, especializada en corte por láser, plegado, soldadura y técnicas de tratamiento de superficies. Como Director Técnico de Shengen, me comprometo a resolver complejos retos de fabricación y a impulsar la innovación y la calidad en cada proyecto.
				


